miércoles, 3 de diciembre de 2008

Javi Moreno, adiós a un trotamundos del fútbol



Córdoba, Yeclano, Alavés, Numancia, Milan, Atlético de Madrid, Bolton, Zaragoza… Todos estos equipos tienen algo en común. Por sus filas ha militado uno de los trotamundos de este deporte en los últimos tiempos. Sus goles han sido el gran aval de este delantero valenciano que empezó desde abajo y consiguió cumplir su sueño de jugar en uno de los grandes de Europa. A sus 34 años y después de una larga trayectoria ha decidido colgar las botas.
Javi Moreno nació en Silla y comenzó sus primeros pintios como profesional en la cantera del Barcelona allá por el año 1995. Su habilidad con los pies llamó la atención del Córdoba, que un año más tarde se hacía con sus servicios para luchar por el ascenso a Primera División. Después de su paso por el Yeclano Deportivo, de segunda B; el Alavés y el Numancia, con quien consiguió el ascenso a Primera en 1999, el delantero valenciano regresó a Vitoria.
Javi Moreno participó de la mejor temporada de la historia del Alavés, la 2000-01, en la que el equipo blanquiazul llegó hasta la final de la Copa de la UEFA, en la que perdió ante el Liverpool. Fue, sin duda, su mejor temporada. Javi Moreno se salió con 33 goles que le sirvieron de escaparate en toda Europa. Muchos de los grandes clubes del viejo continente se hicieron eco de un delantero que hacía goles como rosquillas en un humilde equipo de Vitoria y que ya había debutado con la selección española. Al final, el todopoderoso Milan se llevó el gato al agua y dio a Moreno la oportunidad de su vida.
El sueño no fue todo lo bonito que se esperaba y después de jugar apenas 15 partidos, regresó a España. En el Atlético de Madrid estuvo dos temporadas poco fructíferas en cuanto a minutos y goles, y es por eso que el club decidió cederle a la Premier, concretamente al Bolton, donde pasó desapercibido y su siguiente cesión fue con destino Zaragoza. En ese año, en 2004, consiguió con los maños la Supercopa de España.
Pero con 31 años, el jugador volvía a la que había sido su casa casi diez años antes, el Córdoba. En esta su segunda etapa marcó 17 goles en la primera temporada y 24 en la segunda, lo que hizo que el equipo subiera a la Segunda División. Después de un año más en la ciudad andaluza, Javi volvió a hacer las maletas con destino Ibiza. La isla le sirvió para darse cuenta de que era momento de decir adiós. Todo un trotamundos del fútbol que llegó a lo más alto con sus credenciales: garra, esfuerzo, velocidad y disparo. Cualidades todas ellas que hicieron vibrar a aficionados de muchos colores y que ahora recuerdan con cariño a un delantero que allá donde fue, siempre dejó huella.