Así comienza la letra del himno del Villarreal. Diez años le han bastado al equipo de La Plana para hacerse un hueco entre los “grandes” de la Liga y ganarse el respeto de la élite europea. La clave del éxito: mantener los pies en el suelo y manejar de forma equilibrada y con cabeza un presupuesto cada vez mayor. Como dice la letra de su himno, todo un pueblo está volcado con la “causa amarilla”. Vila-real, una población de poco más de 50.000 habitantes, siente como algo propio este proyecto liderado por Fernando Roig, que cada vez tiene más adeptos fuera de la ciudad.
Después de alcanzar una semifinal de la Copa de la UEFA, otra de la Champions League y ser subcampeón de la Liga la pasada temporada, el Villarreal tiene hambre de títulos. Por el momento el equipo que lidera Pellegrini sigue en los puestos de cabeza de la Liga y está a un paso de certificar su clasificación para los octavos de final de la máxima competición europea de clubes. Un empate en casa del Aalborg danés le sirve al “submarino” para superar la fase de grupos, siempre que el Celtic de Glasgow no gane al Manchester United. Fiel al estilo de toque exquisito que imprime Manuel Pellegrini, el Villarreal tiene de nuevo al alcance de su mano “colarse” entre los mejores equipos de Europa. Los amarillos, que todavía no conocen la derrota en esta temporada, ya sueñan con llegar lo más lejos posible en su segunda participación en la Champions League.